“Entre los ríos y la lluvia, una ciudad para pensar”. El enunciado, que decía se le había ocurrido a la altura de Huellelhue en uno de sus viajes en tren a Valdivia, resume el primer gran logro que quiero destacar, de entre los muchos alcanzados en la benemérita carrera académica del Dr. Igor Saavedra y que ya han sido extensamente glosados por la prensa. Y lo hago, porque refiere a que fue guía e ideólogo del Instituto de Verano de Física, que instaló a la Universidad Austral de Chile y a la ciencia que en ella desarrollaban investigadores y docentes, en el mapa internacional. E hizo esto, creando entrañables lazos con sus alumnos que, luego de un ritual pisco sour en el Schuster, partían en caravana a dejarlo a la estación de ferrocarriles para su viaje de regreso. Me gustaría que esas 10 palabras fueran el emblema de Valdivia. Agradezcamos la oportunidad de pensar en un entorno maravilloso. Seguir leyendo