Los Cuentos de Pedro Urdemales (2003) | Facultad de Filosofía y Humanidades | UACh
Los Cuentos de PEDRO URDEMALES A lo Humano y lo Divino
NACIMIENTO DE PEDRO
El día que nació Pedro
el Maule corrió pa'rriba,
los gallos pusieron huevos
y las gallinas parían.
El día que nació Pedro
la lluvia subió del suelo
el chancho nació con cachos
y la culebra con pelo.
El día que nació Pedro
tembló la tierra cien días
se vió un cometa en el cielo
con la cola retorcía.
CUENTO DEL HUEVO DE YEGUA
PUETA
Agarró Pedro camino
gastando en fiestas y en vino
las monedas que ganaba
cuando a algún simple engañaba.
Después de gastar la plata
vendió su yegua y a pata,
siguió recorriendo mundo
hasta llegar a un gran fundo.
Lo único que tenía
era una mansa sandía,
que abrazaba con ternura
cual si fuera criatura.
En la tranca estaba un gringo
vestío como en domingo.
De Gringolandia venía
y pocaso conocía
de las frutas que por miles
se dan en mi lindo Chile.
EL GRINGO ( A Pedro que amorosamente deja la sandia en el suelo ) Hey, ju, buen hombrre.
PEDRO ( Sentandose sobre la sandia ) ¿ Díga, patroncito ?
EL GRINGO ¿ Qué seg eso que tú teneg ahí ?
PEDRO ¿ Cómo, no sabe que eh esto ?
EL GRINGO Nou. Mi seg extranjerou. No conoceg estos huevus grrandes.
PEDRO Ah. Claro. Usté viene de Estranja.
EL GRINGO Oj,oj, no. Mi viene de Grringolandia.
PEDRO Con razón, pueh. Esto que usté aquí ve eh un hue'o de yegua. De la mujer del caballo. ¿ Me'ntiende ?
EL GRINGO Oh, sí, sí. Caballa esposa del yeguo.
PEDRO No. Yegua esposa del caballo.
EL GRINGO Oh, sí. Oj, oj, yeguo esposo del cabello.
PEDRO Mah o menoh.
EL GRINGO Allá en mi país, los yeguos tienen pototillos...
PEDRO Potrillos.
EL GRINGO Eso. Pototrillos en in.
PEDRO Interior. Adentro.
EL GRINGO Eso. Integiogadentrrou.
PEDRO ¿Qué curioso ah? Que son raras lah yeguah allá en Gringolandia.
EL GRINGO No, no. Allá todo nogrmal. No gago.
PEDRO Debe ser porque allá tan ca'eza pa'bajo, según me enseñaron en la escuela. No ve que yo soy escuelia'o.
EL GRINGO No. Tú estag equivocao. Nosotgos cabeza agiba. Ustedes cabeza abajo.
PEDRO Ah, ustedeh cabeza arri'a. Ah. Lo que eh la falta de ignorancia di'uno ¿no? Así que allá paren las yeguas.
EL GRINGO Oh, sí. Yeguas tienen bebé.
PEDRO Aquí somoh mah prácticos. La yegua pone el hue'o y listo. Se va. Entonces uno mismo agarra el hue'o se sienta encima y al rato sale el potrillo.
EL GRINGO Oh, muy eficiente. Sí. Yo necesitag un yeguo. ¿ Tú podeg vendegme la hueva de yeguo ?
PEDRO No sé. ¿ No ve que uno se encariña con el hue'ito ? Es como si juera un hijo.
EL GRINGO Sí, entiendo. Mucho sentimental, tgiste pog las huevas.
PEDRO Pero como usté viene de tan lejoh, na máh que por eso se lo vendería.
EL GRINGO ¿ Cuánto vale ?
PEDRO Porque somoh amigoh, se lo dejaría en dieh mil pesoh.
EL GRINGO Vale. Tgato hecho. ( Le da la plata )
PEDRO Y ademah, ese sombrerito tan bonito que tiene.
EL GRINGO Oh sí, ya, a tí gustag mi somgrego. Toma paga que te lo pusiéstelos.
PEDRO Ahora véngase con harto cuidaíto, porque uno no se pue'e parar así no máh. Hay que estar ojo el charqui, pa'que el potrillo no se de cuenta del cambio de las partes traseras ¿Entiende?
EL GRINGO Oh, sí. Mucho cuidado con la tgasego paga que pototgillo no se de cuenta. ( El gringo se sienta sobre la sandia).
PEDRO ¡ Qué inteligente eh usté ! Las cacha al güelo.
EL GRINGO Oh, cacha al suelo.
PEDRO Y tenga mucho cuida'o, cuando nazca el potrillo. No se le vaya a arrancar.
EL GRINGO Oh, sí, sí. Mucho cuidao con el pototgillo. Yo me saca la cogea de los pantalones, paga estag listo y amagag al pototrillo. Mi very smart. Muy listo.
PEDRO Chahuilco, entonceh.
EL GRINGO Chohuico. Bye, bye. Que nativo más tounta. Vendegme una caballa en diez mil pesous. Esta tiega al gevés me gusta paga haceg negocio.
PUETA
Con paciencia de renuevo
quedó empollando su huevo
como una gallina el gringo
esperando que salga el pingo.
Quizás cuanto esperaría:
unas horas, todo el día.
Quizá espera todavía
que de la verde sandía,
verde como verde tallo,
salga trotando un caballo.
CUENTO DEL ARBOLITO DE LA PLATA
PUETA
El pillo Pedro
pilló a la araña
y a doña Araña
pidió un hilito
con el hilito
ató los pesos
y con los pesos
se subió a un árbol
y en el árbol
colgó los pesos
junto a los pesos
miró el camino
por el camino
viene un jinete
y a este jinete
lo llamó Pedro
a voces Pedro
el pillo Pedro.
PEDRO ¡ Amigo ! ¡ Oiga amigo !
EL JINETE ( Que trae al anca a la mas linda niña ) ¡ Qué se le jrunce, iñor !
PEDRO Por favor, ca'allero, váigame ricibiendo lah frutitah de este arbolito que 'toy cosechando. ¡ Cuida'o, desmonte mah mejor, pa' que no se le vaigan a quer ! ( El jinete desmonta. pedro le lanza una moneda de plata ).
EL JINETE ¡ Jesú, María y José ! ¡ Tan lloviendo pesoh juerteh !
PEDRO ¡ Guard'a'jo qu'ay val'otra !
EL JINETE ¡ Me recondeno, que es pura plata fina !
PEDRO ¡ Guarda gancho que no se ti escapen !
EL JINETE ¡ Benaiga mi taita, benaiga mi agüela ! ( Se le escapa una moneda. a la mas linda niña ) ¡ Ayu'a a buscar puh aturdí'a !
PEDRO ¡ Guarda, guarda que no se pierdan ! ( Lanza varias monedas de una vez. El jinete y la mas linda niña buscan las monedas en cuatro patas. Pedro los dirige desde arriba del arbol, conteniendo la risa.) ¡ Máh allá, no, máh acá. Máh al medio. Máh al la'o ! ( Baja del arbol mientras todavia los otros dos buscan en cuatro patas. Pedro mirando a la mas linda niña agachada ) ¡ Gonitah ancah !
EL JINETE ¡ Cómo'ice !
PEDRO ¡ Gonitah ancah... la yegüita en que venía monta'o !
EL JINETE ( Entregándole las monedas ) Oiga amigo ¿ Y di'onde sacó tantah mone'ah ?
PEDRO ¿ Qué no'stá viendo ? De mi arbolito de la plata puh.
EL JINETE ¿ Cómo ?
PEDRO ¿Es que usté no había escucha'o nunca del arbolito'e la plata?
EL JINETE Renuncaso.
PEDRO Güeno, nu eh na'raro. Es que estoh arbolitoh son muy escasoh. Hay que buscarloh muy bien. Se dan solamente cuando un rico que tiene pacto con el diablo caga a la orilla di un camino una mone'a'e plata. Si el rico tapa el mojón con el sombrero di un cura, entonces el diablo no pue'e sacar la mone'a y endiai sale un arbolito de la plata.
EL JINETE Así eh la cosa.
PEDRO Así eh. Yo me pasé muchoh añoh buscand'uno. Hasta que llegué a servir a la casa de un rico. Anteh de morir el pobre ca'allero, que en pah descanse, me contó del arbolito, que florece lah purah lunah nue'ah.
EL JINETE Cierto, oiga. Anoche no mah jué luna nue'a.
PEDRO Graciah por ayu'arme. Es que con el peso de la plata tengo mie'o de caerme del arbolito y por la otra uno se cansa estar tanto sú'e que te 'aja. ¿ Y pa'ónde va el amigo, con esa flor tan preciosa ?
EL JINETE Me voy pa' mi pueblo pa' matrimoniarme.
PEDRO Ah...
EL JINETE Una vaquilla, treh ovejah, un gallo y una gallina con polloh, me costó la muchacha. ( Pedro ha empezado a coquetear con la mas linda niña ).
PEDRO Güen nigocio hizo, porque la muchacha es abundante como vaquilla, suave como una oveja, luminosa como un gallo, pone'ora como gallina y le va a dar muchoh pollitos pa' su descendencia. ( Lo dice todo mirando picaronamente a la muchacha que, melindrosa, le devuelve su mirada ) Y ahora con su permiso, yo le quiero hacer un regalo di matrimonio, así que me voy a su'ir al arbolito pa'sacarle unah moneítah. Porque el casa'o tiene muchoh gastoh. Usté espéreme aquí no mah. ( Sube al arbolito. El jinete y la mas linda niña lo miran desde abajo. Pedro se hace el que busca monedas, coquetea con la niña y de pronto dice ) ¡ Espere 'tar casa'o puh amigo ! ¡Mire que ponerse a contar plata dilante'e loh pobreh!
EL JINETE ¡ Qué 'ice !
PEDRO ¡ Que está apurando el matrimoneo ! ¡ Cree que no ve di aquí como le da besoh a la muchacha y como no asujeta lah manoh ! ¡ Ya, puh, córtela ! ¡ No sea cochino !
EL JINETE ¡ Pero, si yo nu'stoy haciendo ná'!
PEDRO ¡ Cree que no lo veo ! ¡ No siga no siga, qui la muchacha 'tá avirgonzá'!
EL JINETE ¡ Pero si yo no le hago ná' a la muchacha !
PEDRO ¡ Si yo lo veo to'o oiga ! ¡ Mire la muchacha suh mejillitah de porcelana lah tiene to'a arrebolá !
EL JINETE ¡ Si no me mue'o siquiera !
PEDRO ¡ No le livante loh rifajoh ! ¡ No ve qui va 'cer llorar a loh ojoh máh lindoh del mundo !
EL JINETE ¡ Le juro por Diosito que yo no hago ná !
PEDRO ¡ No li apriete ese talle de junco tierno !
EL JINETE ¡ 'Toy inmóvil como una istuata !
PEDRO ¿ Será cosa mágica... ?
EL JINETE Eso tiene qui ser. ¡ Cosa'e brujoh !
PEDRO Eso. A ver. Yo voy a bajar. Y usté sube a ver si ve lo mismo. Yo me voy a parar aquí al la'o de la muchacha y usté va ir contando lo que ve. (El jinete sube al arbolito. Pedro besa a la muchacha y hace lo que el jinete va describiendo).
EL JINETE ¡ Brujería ehs ! ¡ Veo como le da un beso ! ¡ Y otro ! ¡ Y otro mah largo ! ¡ La abraz'el talle ! ¡ Le dice cositah en la orejita ! ¡ El diablo tiene que tener metí'a su cola ! ¡ La toma en brazoh ! ¡ La su'e al ca'allo ! ¡ Si aleja galopiando ! ¡ Mi hacen adióh con la mano ! ¡ Mire ve el arbolito maravilloso ! ¡ Se perdieron en lontananza ! ( Habla como si Pedro estuviera todavia debajo del arbol ) ¡ Y se golvieron invisibleh ! ¡Ya amigo, voy a bajar! ( Baja ) To'avía siguen invisibleh... Contésteme amigo... ¿ O la brujería le golvió invisible tam'ién la voh ? ( Mira por todos lados. vuelve a subirse al arbolito. vuelve a bajar ) ¿ No será...? No. ( Sale gritando ) ¡ Mi máh linda niña ! ¡ Mi máh linda niña ! ¡ Mi vaquilla ! ¡ Mi niña ! ¡ Mih ovejah ! ¡ Mi gallo ! ¡ Mi niña ! ¡ Mi gallina con polloh ! ¡ Mi niña ! ...
CUENTO DE PEDRO Y EL DIABLO
PUETA
Un día cualquiera entre los días, recibió Pedro un mensajero. Y el mensaje era del Diablo que le retaba a duelo. A tal efecto lo invitaba a Talagante y Pedro, que al Diablo no temía, echó a la espalda el atado, al ojo el sombrero y al camino los pies. Y yendo de camino escuchó una vocecita.
LA SOMBRA ¡ Pedro ! ¡ Pedro Urdemales !
Pedro mira hacia todos los lados sin ver a nadie
LA SOMBRA ¡ Pedro ! ¡ Pedro Urdemales ! Hijo de Pedro Urdemales nacido a orillas del Maule. Pedro Urdemales, nieto de Pedro Urdemalas, que en España conoció al gran Miguel de Cervantes.
PEDRO Será cosa de brujoh. Que siento que mi haulan y no veo a quién mi haula.
LA SOMBRA ¡ Aquí a la orillita del camino ! Acércate con cuidao. No me vayai a pisar.
PEDRO Sigue haulando. Dime quién eres ¿ Un duende ? ¿ Un brujo ? ¿ Un ánima en pena ?
LA SOMBRA Yo soy la Luisa Matías, la meica mah afama'a. El diablo me dió el saber y el poder de adivinar. Pero, me engañó el maldito porque mientras mah grande es mi sabiduría, yo me güelvo pura sombra. Pero te puedo ayudar. Yo sé que tienes un duelo con el diablo. Llévame contigo. Yo seré tu sombra y, como sombra te soplaré las respuestas a las adivinanzas del diablo.
PEDRO Me parece bien y de camino me contarás to'a tu historia.
Salen Pedro y la Lucha Matías como su sombra
PUETA
Y siguieron su camino con dos voces, con dos cabezas, con dos cuerpos y sólo con dos piernas caminando, hasta llegar a Talagante. Ahí estaba el diablo rodeado de gente, comprando almas a cambio de todas las cosas que la gente quiere.
EL DIABLO ¡ Quién quiere ser rico ! ¡ Quién quiere ser joven ! ¡ Quien quiere ser bello ! ¡ Ofertas ! ¡ Ofertas ! ¡ Gran liquidación de temporada ! ¡ Cambie esa pobre alma que no le sirve para nada, por lo que más quiera ! ¡ Sea rico, sea bello, sea joven ! ¡ Ultimos días, grandes ofertas ! ¡ Aprovechar, aprovechar que el mundo se va a acabar ! ( Se interrumpe al ver aparecer a Pedro ) ¡ Se cierra el negocio por hoy ! ¡ Que esta alma me interesa más que todas ! ¡ Pasa adelante Pedro Urdemales ! ¿Qué se te ofrece? ¿Quiéres ser rico?
PEDRO La riqueza pa' loh ricoh y pa'lo que leh dure la vi'a.
EL DIABLO ¿ Quiéres ser joven ?
PEDRO La vi'a es un camino pa'andarlo y no pa'quearse parao. Dios dió al hombre suh edadeh y a ca'a edah dió suh frutoh. Al niño descubrir lo nue'o. Al joven desparramar primaverah. Al hombre el tra'ajo creador. Y al viejo la sabiduría. Toy bien con loh añoh que tengo y con loh que voy a tener.
EL DIABLO ¿ Quiéres ser bello ?
PEDRO La belleza se hace polvo y el rosa'o 'e lah mejillah, escuridá eh allá a'onde to'oh noh vamoh.
EL DIABLO ¿ Quiéres poder ? ¿ Ser presidente o ser rey?
PEDRO El poder eh una jaula y a mí me gusta andar por la vi'a y conocer a la gente.
EL DIABLO ¿ Qué es lo quieres entonces ?
PEDRO Tú me citaste a un duelo y a eso vengo.
EL DIABLO ¿ Y no quieres nada a cambio ?
PEDRO Tú quieres mi alma. Yo no quiero la tuya. Pero si llego a ganar tendrás que hacer lo que yo diga.
EL DIABLO Está bien. Te diré seis adivinanzas que tendrás que adivinar. Y si no las adivinas con tu alma pagarás.
PEDRO Yo te diré una sola. Esa sola ha de bastar. Y si no me la adivinas, lo que yo diga tú harás.
EL DIABLO ¡ Abran cancha desgraciados
para que puedan contar
como Urdemales quemado
al infierno va a parar !
Por aquí va la primera
que no podrás contestar.
" Está en el camino
y es como el camino ".
Pedro repite la adivinanza y escucha la voz de la Lucha Matias que le da la respuesta.
PEDRO " Está en el camino y es como el camino "
LA SOMBRA Aunque sea por desdicha, tengo que nombrar la bicha.
PEDRO Aunque sea por desdicha,
tengo que nombrar la bicha.
EL DIABLO No sé cómo tú lo hiciste
que el dilema resolviste.
La segunda ya te digo,
delante de estos testigos:
" Aunque se ve muy corta
el largo camino acorta".
PEDRO ( Igual que antes )
" Aunque se ve muy corta,el largo camino acorta"
LA SOMBRA Es que una rana saltando, va su camino acortando.
PEDRO " Es que una rana saltando,
va su camino acortando ".
EL DIABLO La tercera adivinar
jamás lo podrás lograr:
" Es fuego o es nieve
que entre lo verde se mueve".
PEDRO " Es fuego o es nieve que entre lo verde se mueve ".
LA SOMBRA Será el copihue cautivo, que en el bosque cuelga altivo.
PEDRO " Será el copihue cautivo
que en el bosque cuelga altivo ".
EL DIABLO " Golpea el pellín
y saca aserrín ".
LA SOMBRA El pájaro carpintero
que hasta al pellín deja huero.
PEDRO " El pájaro carpintero
que hasta al pellín deja huero ".
EL DIABLO Nunca en la vida, jamás,
la quinta adivinarás.
" Avanzando habla y golpea
a quien oiga y a quien vea ".
PEDRO " Avanzando habla y golpea
a quien oiga y a quien vea ".
LA SOMBRA " Pelalá, pelalá dice el cagüello
galopando estira'o el cuello "
PEDRO " Pelalá, pelalá dice el cagüello
galopando estira'o el cuello "
EL DIABLO Aunque no queda más que una
y ya cinco adivinaste
no valdrá nada ninguna
si la sexta equivocaste.
Y como es esta imposible
que adivines, lo terrible
será Pedro que tu alma
ya jamás estará en calma.
Escucha bien que ya hablo.
El sexto enigma del diablo:
" Habrá quién a éste nombre,
que hasta es más malo que el hombre ".
PEDRO "Habrá quién a éste nombre,
que hasta es más malo que el hombre".
LA SOMBRA " Ese sólo puede ser don Sata,
que tiene de cabra lah patah ".
PEDRO "Ese sólo puede ser don Sata,
que tiene de cabra lah patah".
EL DIABLO Te has salvado hasta el momento
y te toca preguntar.
Todo oscuro pensamiento
del hombre sé adivinar.
PEDRO (A la Lucha Matías )
¿Qué le puedo preguntar
que no pueda contestar ?
LA SOMBRA Pregúntale este acertijo
que un santo una vez me dijo:
" Una manzana me dieron,
bonita, pero emprestá.
Cinco me dieron con ella
y diez para que guardara ".
PEDRO " Una manzana me dieron,
bonita, pero emprestá.
Cinco me dieron con ella
y diez para que guardara ".
EL DIABLO ¿ Cómo dice que dijiste ?
La adivinanza enrredá...
No hay solución a ese enigma
¿ No hay solución, no es verdá ?
PEDRO "Una manzana me dieron,
bonita, pero emprestá.
Cinco me dieron con ella
y diez para que guardara".
Adivina, güen adivinador
O te das ya por vencido...
EL DIABLO Todavía no he perdido.
Tienes que dar solución.
PEDRO ¿Te rindes, Diablo ?
EL DIABLO Me rindo.
Dame la solución
Y si es correcta podrás
declararme perdedor.
PEDRO Y LA SOMBRA UNA MANZANA ME DIERON
BONITA PERO EMPRESTA
CINCO ME DIERON CON ELLA
Y DIEZ PARA QUE GUARDARA
LA SOMBRA De la oscuridá a la luz
vinimos todos al mundo
llegamos de lo profundo
igual que el señor Jesús
todos cargamos la cruz
porque al mundo me trajeron
mis dos paires que sufrieron
pa' darme canto y salú
y junto con la virtú
TODOS UNA MANZANA ME DIERON.
PEDRO Esa manzana es la vida
con su risa y con su llanto
con el amor como un manto
y el dolor de las heridas
vive vida bien vivida
que ya nunca volverá
que ella es sólo una es verdá
y endiai te espera la muerte
porque es la vida por suertes
TODOS BONITA PERO EMPRESTA.
LA SOMBRA Y pa'hacer recto el camino
pa'mirar lo más bonito
pa'escuchar los pajaritos
pa'gustar el pan y el vino
pa'oler el bosque de pino
pa'tocar la piel más bella
pa'no perderse en la huella
en esta vida -no asombre-
de los sentidos del hombre
TODOS CINCO ME DIERON CON ELLA.
PEDRO Amar al Padre primero
luego a tu prójimo amar
el Día santificar
los padres son dos luceros
no ser malo ni matrero
ser recto como una vara
pa'que Moisés los grabara
le dio Dios diez mandamientos
diez cuidados pensamientos
TODOS Y DIEZ PARA QUE GUARDARA.
PEDRO Es muy fácil pa'un cristiano
y es imposible pa'l diablo.
Escucha tú y escuchen to'oh. La manzana es la vida. Que es bonita pero emprestá, porque el Señor nos la dió y El nos la quitará. Los cinco son los sentidos y los diez los mandamientos, que ambos nos dió el Señor pa'ir por la vida rectamente. Y ahora, diablo, harás lo que yo te diga. Y es lo siguiente: Primero, volverás a la Lucha Matías a su tamaño original; Y, segundo, te irás de esta tierra pa'no volver nunca mah.
EL DIABLO ¡ Ahora entiendo ! ¡ Me engañaste coludí'o con la vieja.
PEDRO Tarde te diste cuenta. Pa'ser diablo eres poco diablo. A cumplir lo premetido.
El Diablo devuelve sus colores a la Lucha Matías.
PEDRO Y ahora, diablo, te juiste, con la cola entre las piernas. Y no te quiero ver mah, engañando a estos tontorrones. ()
DIABLO (El Diablo yéndose con la cola entre las piernas y amenazando a Pedro ) Aprovecha bien tu vida, porque ya llegarás al infierno. Ahí te estaré esperando con un buen aceite hirviendo.
PEDRO ¡Ya, te juiste de una veh ! ( Dirigiendose a la gente ). Y ustedes, pidan salú al Señor y no riqueza al diablo. Hagan derecho su camino y gocen su vi'a con alegría.
PUETA
Y Pedro se jué al camino
tal cual era su destino..
Y aunque habló de corazón
no enderezó su razón.
Si alguno una vez lo ve
tengan presente que él eh
del pueblo un tipo queri'o
un gran pillo, un güen bandío,
una leyenda y un sueño
del que to'os somoh dueñoh.
Guardémohlo con cariño
en esa almita de niño
que to'oh llevamoh dentro
y nos llena de contento.
PEDRO URDEMALES EN EL CIELO
Canto a lo divino en tres cuadros
Personajes
El Pueta
San Pedro
Ángeles Guardianes
Pedro Urdemales
El Diablo
La Madre de Pedro
CUADRO I
A las puertas del cielo. Llevarán éstas representadas las almas de las animitas de los caminos, angelitos en sus sillas y los santos chilenos, sean o no canonizados. Mientras el poeta toca los primeros arpegios introductorios del canto, las puertas se abren para dejar salir al Portero del Cielo, enorme como la presencia del pescador de almas en la imaginación popular.
PUETA
(El pueta representa al pueblo, cuya ubérrima imaginación hizo propio a este personaje nacido en España como Pedro de Urdemalas. Tendrá entonces nuestro pueta guitarrón y recia voz para salmodiar este cuento y canto a lo divino.)
Cuéntase que tantos cuentan
que Urdemales llegó al cielo
y hayándose frente al Santo
se caló bien el sombrero,
puso trazas de humildad
y a su tocayo, San Pedro,
habló con estas palabras
de malo pasa'o a güeno.
PEDRO (Apareciendo humildemente con el sombrero en la mano y un cacho terciado en bandolera.)
San Pedrito celestial,
de lo más grande el portero,
déjeme luego pasar
a remojar el guargüero.
SAN PEDRO Dime tu gracia, buen hombre,
que miraré en mi ropero,
donde tengo guardaditos
los pecados del primero
y del último cristiano.
Luego, entrarás ligero.
PEDRO Su tocayo soy por gracia:
Pedro de pila me apelo.
SAN PEDRO Y tu apellido, buen hombre,
que tengo que conocerlo.
PEDRO Es apellido muuuuy largo.
Lo olvidé toitito entero.
SAN PEDRO ¿ No serís un hombre moro ?
PEDRO ¿ Cómo puede decir eso...?
SAN PEDRO Es que sin el apellido,
no pasarás el arnero.
Y si no pasas por a'i
jamás entrarás al cielo.
PEDRO Este que... por acordarme,
ya me está humiando el celebro.
SAN PEDRO Pújale que te puja.
Ya sabrás que no es recelo.
Porque, lo escrito, 'tá escrito
y vale pa'l mundo entero.
Nadie pasó por la puerta
si no demuestra primero,
en los registros escritos,
que en la tierra fue hombre güeno.
PEDRO En la punta de la lengua
mi apellido ya lo tengo.
Pasemos, con una chichita
apuesto que bien me acuerdo.
(Muestra su cacho de chicha )
Traje el cacho prepara'o
pa' darle un beso muy fresco.
SAN PEDRO Pare, gancho. Se me antoja
que tiene algo que no veo,
pero por tanta jarana,
me tinca que no es na' güeno.
Suelte ya la pepa, iñor,
que no pasará si no quiero.
PEDRO Está bien, güen San Pedrito...
gluglaglita, me pusieron.
SAN PEDRO ¿ Cómo dices ? No te entiendo,
me he puesto sordo de viejo.
PEDRO Tlutlaplipla...
SAN PEDRO Habla fuerte.
PEDRO Clublumaglu...
SAN PEDRO Habla claro.
PEDRO Chumbipapa...
SAN PEDRO No te entiendo.
PEDRO Urdeloyo...
SAN PEDRO Será burla.
Habla claro y halagüeño,
que, si te quieres reír,
te hundirás en el infierno.
Las cosas enrevesadas
no son asuntos del cielo.
PEDRO No se enoje puh, tocayo.
Urdemales me pusieron.
SAN PEDRO ¡ Urdemales ! ¡ Urdemales !
Esto es mucho atrevimiento.
Vete ya de aquí, carajo,
que nunca entrarás al cielo.
Anda a ver a Lucifer,
que tendrá güen compañero.
Andate luego, falsario,
que verte otra vez no quiero.
PEDRO Pero, 'on Pedro, pienselá,
no haga caso de los cuentos.
SAN PEDRO ¡ Andate luego, gallito !
Que si no, un ángel fiero
te quemará con su espada,
que es como el viento hecho fuego.
(Aparece un ángel de flamígera espada y Pedro se retira apesadumbrado.)
CUADRO II
A las puertas del infierno. Entre las carocoleantes llamas que la cubren, se ven los círculos del infierno chileno:uno representará el invunchismo; otro, el chaqueteo; habrá uno para los políticos y otro para los feroces personajillos de la televisión criolla. El diablo grita alborozado dirigiéndose al público como si éste fuera su clientela.
PUETA
Cuéntase que todos cuentan,
que partió Pedro del cielo.
Como la huella es bajá,
lueguito llegó al infierno.
El diablo estaba cansa'o
de tanto hacerle al ingreso.
EL DIABLO Pásenlos luego pa´dentro.
Éntrense luego al infierno.
Todos, toditos ustedeh
Pásense luego pa´l fuego.
PEDRO (Socarronamente y como recordando al diablo que en la tierra lo engañó.)
Güenas tardes tenga usté,
mi güen amigo, don Sata.
EL DIABLO ¡ Que no es el Pedro Urdemales !
Por fin llegaste al infierno,
ahora verás canela
en cuanto te tenga preso.
PEDRO Eso será si eríh capi
de meterme al agujero.
EL DIABLO No teníh güelta, ganchito,
métete pronto al fuego.
En la tierra me engañaste,
pero aquí no vale pleito.
Yo aquí soy el dueño 'e casa
y ya te verás hirviendo
en un perol con aceite
y en di'ai estaré contento.
PEDRO Vos de diablo no teníh
más que la fama y el pelo.
En esta cueca veremos
quién es el que entra pa' dentro.
EL DIABLO Con mi cola y con mis cachos
te cortaré tu pañuelo.
PEDRO Con este cacho de güey
yo te abriré otro agujero
CUECA DEL INFIERNO
(Pedro y el diablo bailan una animada cueca que es a la vez danza y contienda. Pedro usa su cacho como pañuelo y el diablo su cola.)
EL DIABLO Entra ya pa'l infierno
Pedro Urdemales
a vivir con los diablos
tales por cuales.
Tales por cuales sí,
a tí te digo
que parece que te haces
desentendido.
PEDRO Diablo, te voy a hacer
otro agujero
con este cacho 'e toro
que jué soltero.
Que jué soltero sí,
ya te lo hice.
Húndete, Diablo, antes
que te destripe.
¡ Güelta !
EL DIABLO Has fallado en el lance,
huaso matrero,
y en olla de aceite hirviendo,
te frío entero.
Te frío entero sí,
a ti y tus trampas
y después te manduco
con pelo y champa.
PEDRO Si fallé en la primera
y en la segunda,
en tercera, Urdemales,
no falla nunca.
No falla nunca sí,
hecho cochecho,
te estoy rajando entero
como barbecho.
(El Diablo, pinchado por el cacho de Pedro, se hunde en el infierno.)
Aro, aro, aro,
pájaro raro.
Te juiste pa' tu morada,
no quedó nada.
Juiste a juntarte, Sata,
con tu diablada.
PUETA
Entre las dos estaciones
en que termina el ramal,
de esta ví'a que es un tren,
se quedó Pedro sin casa.
En esas altas esferas
el frío muy fuerte ataca
y pa'l frío de la muerte
no vale prender fogatas.
Así es que diente con diente
Urdemales tiritaba
y con la lengua hecha hielo
su mal vivir lamentaba.
PEDRO De qué me sirven agora
to'as esas picardías,
si de la chuica al guargüero
me tomé to'a mi vi'a.
To'a promesa que hice
la olvidé al clarear el día.
PUETA Y camina que lamenta
seguía su caminata.
Siempre será cuesta arriba
andar pa'l que tiene ganas.
Pero, al fin llegó a las puertas,
y a ellas con miedo llama.
CUADRO III
Las puertas del cielo.
Pedro llama a las puertas del cielo. Sale San Pedro.
PEDRO ¡ Tú de nuevo por aquí !
No te dije que quería
verte luego en el infierno
siendo del Malo visita.
PEDRO Pues, pasó que pa'llá juí,
pero don Sata no quiso
recebirme en sus mansiones
y se jué dando alaridos.
SAN PEDRO Ay, cómo serís de malo,
que a vos ni el Diablo te quiso.
Con vos no hay ná que hacer,
te vai' a que'ar en vilo,
que por tus grandes pecados
no te puedo dar abrigo.
PEDRO Ya sé que'i si'o muy malo,
lo reconozco yo mismo.
Si no pue'o entrar a gloria
abra la puerta... y yo miro.
En di'ai que'aré flotando
al la'o de ese lucero.
Pero no me deje así,
sin siquiera ver el cielo
más que por la rendijita.
Diga que sí, sea güeno.
SAN PEDRO Mira Pedro, lo que pides
a mí no me es permitido.
Pero, por ser vos quien soih
te voy a abrir un poquito.
Pero después... no respondo.
Tenís que mudarte a otro sitio.
PEDRO Así lo haré. Muchas graciah,
mi güeno de don Pedrito.
PUETA
(Hacen lo que el texto va diciendo.)
Y el Santo Varón abrió
las puertas muy despacito
y Pedro, como una liebre,
se quiso meter al tiro.
Cerró el Portero la puerta
dejando agarrado al pillo.
Quedó a'entro la cabeza,
los brazos y el colidrillo.
Ajuera que'aron los pieces
y otras partes... que no digo.
Le entró la rabia a San Pedro.
Luego la risa y el hipo.
Pero entonces se escuchó
la voz del mesmo Divino,
entre una música azul
que encantaba los oídos,
como si un guitarrón de oro
hiciera cantar los ríos.
Les pido todo el silencio,
escuchen lo que le dijo:
VOZ DEL SEÑOR
(Los personajes se arrodillan al escuchar la voz celestial.)
Pedro Urdemales, muy malo
toda tu vida tú has sido,
pero Yo soy la Justicia
y quiero poner en juicio
en esta balanza fiel
tus leyendas y entredichos.
(Los ángeles traen una gran balanza.)
PUETA
Y empezaron a caer
a este lado los pecados,
las malicias, borracheras,
los robos y los engaños.
Un plato tocaba el piso,
el otro estaba muy alto.
Ya ven que todo lo malo
se cayó por este lado.
SAN PEDRO Tus pecados son retantos.
Ya lo vih, toca... no hay caso.
PEDRO Yo quisiera recordar
alguna acción bondadosa,
pero la pienso y repienso
y no encuentro ni una cosa.
SAN PEDRO Ya vih que la mala fama
se corre de boca en boca.
PEDRO Una vez tuve una novia...
SAN PEDRO Que por ti se volvió loca
y tú a cambio le pagaste
dejándola triste y sola.
PEDRO A un asado yo invité
a la gente de la pobla...
SAN PEDRO Tú te comiste la carne
y les diste puras sobras.
PEDRO Como todos, tuve madre.
Y una vez corté una rosa
para ella.
SAN PEDRO Quizás dónde...
MADRE DE PEDRO (Apareciendo revestida de una gran pureza.)
Señor, demora tu fallo.
SAN PEDRO Quién interrumpe a esta corte
y a la justicia demora.
MADRE DE PEDRO Yo soy la madre de Pedro
y hasta su juicio he llegado
para decir de una rosa
que nunca se ha marchitado.
Hasta el cielo la he traído
para equilibrar lo malo.
Pido la venia del Justo
para ponerla en el plato.
(Deposita la rosa en el platillo de las buenas acciones, que sube un poco.)
SAN PEDRO Tan pícaro no ha de ser
si la rosa ha perdurado.
Y sin embargo, no basta
para borrar sus pecados.
PUETA (Adelantándose, con el libro de los cuentos de Pedro Urdemales en la mano.)
Yo también quisiera hablar
en nombre del desvalido,
que en la tierra ser un pobre
parece fuera delito.
Es cierto, Pedro engañaba
y tiene fama de pillo,
pero hacía sus malicias
siempre a costillas del rico.
Jamás engañó a los pobres.
Sus leyendas son testigo
y es por eso que las pongo
en este leve platillo.
(Pone el libro junto a la rosa. La balanza queda en perfecto equilibrio.)
SAN PEDRO Quedamos igual pascual,
la balanza en equilibrio.
Y en este caso tan raro,
haré justicia yo mismo.
Podrás, Pedro entrar al cielo...
(Pedro se quiere meter como celaje. San Pedro lo agarra de los fundillos.)
No tan rápido, gallito,
que te agarré los fundillos.
Un momento. No estás listo.
Te falta la penitencia
que te impondré ahora mismo.
Grano a grano has de pasar
cien mil almudes de trigo
de las cestas a los sacos
pa' llevarlos al molino.
Los molerás, uno a uno,
con el molido más fino
y con la harina obtenida
se harán las hostias de oficio.
PUETA
Cuéntase que todos cuentan
que Pedro cumplió el pedido.
Un ángel lo vigilaba
con ojos de mirar fijo.
Una vez echó un puñado,
mas fue luego sorprendido
y como castigo tuvo
que contar desde el principio.
(El ángel guardián, tirándole una oreja, obliga a Pedro a deshacer su tarea y volver a empezar.)
Yo no sé si habrá acabado
de moler, grano por grano,
los cien mil almudes justo
con los que fue castigado.
Lo que sé es que bien acaba
la historia de este hombre malo.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
FIN DE PEDRO URDEMALES