JUANITO MADERA

I     P A R T E

Uno de los tantos lugares del sur de Chile en que la  tierra y el mar se confunden en querellas telúricas,  robándose mutuamente territorio. Es un paisaje de agua,  arena, piedras y tierra verde. Los hombres han puesto aquí un cercado y más allá han plantado su casa y su huerto. El bote descansa casi en medio de las melgas, confundiéndose con el arado. Es la tarde. Entran dos mujeres por lados opuestos. Se cruzan sin mirarse y salen. El escenario vuelve a quedar vacío. Ahora son dos hombres los que repiten la acción. Aparecen otras  dos mujeres, una de ellas hace una morisqueta, la otra responde de espaldas. Se detienen antes de salir y se vuelven.

MUJER 1                          Habla’ora  care’ a’uja.

MUJER 2                          ¿ Qué murmuras vieja bruja ?

Salen.  Vuelve  a  entrar Mujer 1.

MUJER 1                          Pasá  por  la  cola’ el  pavo.

MUJER 2                          Saludos  te  mandó  el  cabo.

MUJER 1                          Y  a  ti  el  vecino  de  al  la’o.

MUJER 2                          Y  los  cuernos  del  pela’o.

MUJER 1                           Cuida  mejor  a  tu  hija  vaquilla suelta’e verijas.

MUJER 2                          Cuídate  la  rabadilla  mañosa  yegua  tordilla.

Se han ido acercando de a poco desafiantes.  Aparecen los Hombres 1 y 2.

HOMBRE 1              ¿ Por qué hay  tanta trifulca ?

HOMBRE 2              ( A  la Mujer 2) ¿ Por qué peliai con la burra ?

MUJER 2                 Porque  te dijo cachúo.

HOMBRE 2              Cachúa será tu abuela y aquí le mando saludos.

HOMBRE 1                       Sácate las  espuelas.

HOMBRE 2             Andate  muy despacito. Tenís demasia’o hocico.

HOMBRE 1              ¿ Cuándo  me pagai mi plata ?

HOMBRE 2                       Cuando  devuelvas la lana.

OTRA MUJER           La lana  era de la Rosa.

OTRA MUJER          Y los corderos del Nancho.

OTRO HOMBRE         En el terreno’el finado.

OTRA MUJER           A’i donde corriste el cerco.

OTRO HOMBRE         Que tú pusiste con maña.

OTRA MUJER           Esas tierras eran mías.

OTRA MUJER           Que te metís intrusa.

OTRA MUJER           To’os familia’e ladrones.

OTRO HOMBRE         Ustedes raza de víboras.

Gran algarabía. Salen  gritando y peleando. Entra Juanito.

JUANITO                 Me gusta, solo, en las noches

mirar el cielo y el mar.

Pero el silencio y sosiego

me anuncian el temporal.

Este cielo tan sereno,

este mar de calma chicha,

las estrellas tan inmóviles,

me anuncian el temporal.

El laurel que no se mueve,

la quietud del quilantal,

este perfume pesado,

me anuncian el temporal.

Mientras habla Juanito, aparece María, escabulléndose.

MARIA                             ( Susurrando ) Juan, Juan, Juanito Madera.

JUANITO               María…

MARIA                     Chito, que no es bueno que juntos nos vean.

JUANITO             Tu familia y mi familia

se lo pasan en peleas.

Yo no sé, ya no es la gente

amiga, sino enemiga.

MARIA                    No nos importa a nosotros

ni a nuestra amistad secreta.

La noche se hará hermosa

si una historia tú me cuentas.

JUANITO                 Tengo miedo a las historias

que a lo mejor son verdad.

MARIA          Dice mi abuela que el cuento

de la vida es lo más real.

 

JUANITO                 Dicen que en noches de luna,

como éstas, en que el mar

reluce como un espejo;

en que caen las estrellas

y el viento, tan poderoso,

su poncho de frío cierra;

en que enojados, los hombres,

unos con otros se enfrentan

y la hiel de la discordia

en sus vidas se aposenta.

Noches claras como éstas,

aparece la Pincoya:

rojo pelo, como llama

que chispea en su cabeza,

blanca espuma y verdes algas

cubren su cuerpo de diosa,

collares de bello nácar,

pulseras de perlas finas,

la cara de luna blanca

y de algas suave la piel

amasada entre las aguas.

 

Mientras Juanito cuenta, aparece la Pincoya, envuelta en un halo de luz y música.

 

MARIA                    Entre las olas oscuras

aparece la Pincoya.

Vestida de algas y espuma

viene la madre del mar.

Yo tengo miedo, Juanito.

JUANITO                 No temas que es maravilla.

La arena sus pies desnudos

empiezan a remover,

bailando mágica danza

que estremece el monte verde.

Y si baila cara al mar

será grata la cosecha,

crecerá fuerte la papa,

será abundante la pesca.

MARIA                    Playas llenas de marisco,

peces de plata en la red,

vivirá contento el hombre,

el canto va a florecer.

Dará gusto mordisquear

el fresco de una manzana.

En el huerto, la hortaliza,

verdeará por la mañana.

JUANITO                 Pero ahora, la Pincoya,

disgustada de las gentes

que entre ellas se querellan

y no quieren tener paz,

mira, al bailar, la montaña.

Las canciones de los hombres

morirán en las ventanas.

La tierra será una madre

que no criará a sus hijos.

Partirán del mar los peces.

MARIA                    Las sonrisas de mi boca

parecen flores cortadas.

En silencio, el acordeón

soñará danzas calladas.

 

JUANITO                 La tierra será desierto,

el mar, un gran enemigo,

las redes, hilos sin fondo,

los días, negro silencio.

MARIA                    ¿ Será frío…

JUANITO                          …O será sol. Inviernos…

MARIA                                      …O primaveras.

JUANITO                 Arrayán…

MARIA                                      …O cardo espino.

JUANITO                 Negra noche…

MARIA                                      …O luz ligera ?

JUANITO                 Ronco, el trueno, por el mar

abre caminos de miedo.

¡ El rayo parte la noche !

MARIA                    ¡ Huyamos con pie ligero !

 

La Pincoya domina el paisaje. Baila mirando los cerros. La atmósfera es cada vez más opresora. El final del baile de la Pincoya coincide con el inicio del temporal.

 

 

I I   PARTE

 

El mismo lugar anterior. Es día gris. Se escucha una triste melodía, mientras gentes cabizbajas pasan lentamente.

 

CORO DE LAS GENTES ( Vals de la desesperanza )

 

Vuelven sin peces los botes.

Verdes de tanto remar,

quieren milcao los hombres,

que la tierra no les da.

 

Seca vertiente que calla,

quién nos podrá auxiliar.

Si la tierra no florece

quién nos podrá consolar.

 

Barcas que amasan espuma,

vuelven vacías del mar.

Brazos que mueven la tierra

sin encontrar nuestro pan.

 

Las gentes se separan despacio mientras cantan. Parecen buscar algo misterioso e imposible.

 

JUANITO                 ¿ Qué hacer ?

Triste es el tiempo sin pan,

mustia la tierra y el mar,

calla el sembrado incapaz.

¿ Qué hacer ?

Muertos los bosques están,

no quiere el ave cantar

y crece el hambre rapaz.

¿ Qué hacer ?

¿ Qué hacer ?

 

Entra la Perseverancia. Es una anciana ciega. Oráculo y machi.

 

LA  PERSEVERANCIA

Buscar y buscar,

al cielo volar.

Buscar y buscar,

por tierra y por mar.

JUANITO                 Secretos tú sabes

que nadie conoce.

A mí me dirás

lo que haya que hacer.

LA  PERSEVERANCIA

Buscar y buscar,

al cielo volar.

Buscar y buscar,

por tierra y por mar.

JUANITO                 ¿ Qué debo buscar

por tierra y por mar ?

Yo quiero a la gente

que quiere esta tierra

y quiero saber,

el modo aprender,

que vuelva de nuevo

la risa a sus rostros,

que pronto esta tierra

florezca otra vez.

LA  PERSEVERANCIA  Tú tienes los ojos, yo tengo la ciencia

y juntos, podremos hacer el trabajo.

JUANITO                 Indícame el modo que todo lo haré.

LA  PERSEVERANCIA  Dos cosas harás,

dos cosas difíciles:

lograr que las gentes

convivan en paz

y que la Pincoya

regrese a bailar.

JUANITO       El hambre hará

que las gentes paren

sus tontas disputas.

LA  PERSEVERANCIA  A veces no basta

la escuela del hambre.

Orgullo, poder,

lujuria, avaricia,

echan sus raíces

en los corazones.

Y cuesta arrancar

malezas tan fuertes.

JUANITO                 ¿ Y cómo lograrlo ?

LA  PERSEVERANCIA  Buscando un copihue más albo que                                              nieve.

JUANITO                 Es fácil entonces, hay muchos que cuelgan

en medio del monte.

LA  PERSEVERANCIA  No es fácil.

Copihue tan albo que nada

lo manche, ni sombra

que huye, ni aliento

del aire. No es fácil.

Los hombres primero

y luego la diosa,

se contentaría

mirando la flor.

La flor es lo bello,

lo bello es lo bueno,

lo bueno es verdad.

Pincoya curiosa,

mirando el copihue,

de cara a la mar

ágil danzaría

y entonces feliz,

pescados, mariscos,

cosechas y panes

nos devolvería.

JUANITO                 Si dices adónde

lo puedo encontrar…

 

LA  PERSEVERANCIA Buscar y buscar

por tierra y por mar.

Buscar y buscar,

al cielo volar.

Buscar y buscar

por tierra y por mar.

JUANITO                 Adónde buscar,

buscar y buscar…

LA  PERSEVERANCIA  Al centro del bosque,

en donde las noches

son miedo y son sombras,

en las que te acechan

peligros y voces.

JUANITO                 ¿ Y cuándo lo encuentre… ?

LA  PERSEVERANCIA  Lo traes contigo

y en noche de luna

lo muestras al mar.

JUANITO                 Espanto es la noche

en medio del bosque.

LA  PERSEVERANCIA  Si tú tienes miedo

olvida tu búsqueda

y quédate quieto

sentado al fogón.

JUANITO                 No niego este miedo,

mas debo vencerlo.

Mi manta de lana

y un rápido adiós. ( Llama a María )

María, María, María secreta,

susurro del aire,

aliento de luz.

MARIA                    He perdido la esperanza,

el llanto quiere brotar.

El huerto se ha marchitado,

sus primores no nos da.

JUANITO                 Niña de la hierbabuena,

no te sientas apenada,

florecerá tu jardín

con colores de guirnalda.

MARIA                    Nada crece ya en mi huerto,

ni el maíz, ni la cebolla,

ni las arvejas sinhilas,

ni el secreto de la papa.

JUANITO                 Ten confianza en mí, María.

La Pincoya volverá,

bailando cara a las olas,

para que renazca el surco,

para sembrar estas costas.

MARIA                    No puedes ir a buscarla.

JUANITO                 Ella se volverá sola.

MARIA                    ¿ Cómo ?

JUANITO             Si mira un copihue albo,

igual que nevazón.

MARIA                    ¿ Dónde hallarás esa luna

hecha de pétalos blancos ?

JUANITO                 Muy bien no lo sé. Me dijo

esa ciega anciana sabia

que debo buscar, buscar.

Buscar en medio del bosque,

buscar en sendas perdidas.

Y ahora mismo me voy

internándome en el monte.

Llevo mi manta de lana

para abrigarme en las noches.

MARIA                    Lleva también estas papas

para que ahuyentes el hambre.

JUANITO                 Gracias. Me voy a buscar

el copihue más hermoso.

MARIA                    Adiós, Juanito el valiente,

que encuentres ese tesoro.

 

 

JUANITO                 Adiós, bordemar,

lugar de la gente.

Adiós, hasta luego,

andando regreso.

Adiós, campanario,

pañuelos, fogones.

Adiós, hasta luego,

andando regreso.

 

Juanito se marcha al bosque en busca del copihue.

 

MARIA                    Quizás vuelvan a mi huerto

el toronjil y el cilantro,

las chalotitas del año,

el maíz, la papa, el ajo.

Quizás vuelvan a brillar

las redes con el pescado:

el oro oscuro del congrio,

el pejerrey, breve rayo,

la plata de la corvina,

la sierra y el pejegallo.

Quizás vuelvan a reír

las personas entre abrazos,

cantando canciones bellas

y ayudándose en los campos.

Que toda querella muera

y que la paz sea un barco

en el que navegue gente,

brazo con brazo, remando.

 

 

III PARTE

 

Juanito lucha con el monte, para alcanzar el copihue.

 

JUANITO                          Pasa, deslízate,

muévete, afínate.

Sopla la hoja,

tensa la rama,

dobla la quila,

salta la piedra.

Hazte chiquito,

cruza flaquito,

vuélvete duende,

no se te siente.

Vuélvete araña,

cuerpo de sombra.

Pisa en el aire,

pájaro leve.

Salta la rana,

vuelan los tiuques,

nadan las truchas,

corre el pudú.

Eres un trauco

y eres invunche

y camahueto,

ten ten vilú.

 

 

 

Un sendero en la montaña que lleva hasta un claro. El sol cae a plomo. Juanito, agotado, se sienta a descansar en un tronco caído. Los ruidos del bosque llegan hasta él envueltos en una nebulosa dorada.

 

JUANITO                          Los grillos cantan felices

sus cri-cri del mediodía,

pero no alegran mis pasos

en verdes sendas perdidas.

Ha dorado el sol la copa

del avellano y la quila

ha raspado mis espaldas

con sus largas hojas frías.

El sol sucede a la luna

y las noches a los días.

La magia se vuelve sueño

y mi voluntad se triza.

Sueño volver junto al fuego,

porque el bosque desanima.

 

Juanito se adormece. Cuando habla lo hace entre sueños.

 

LAS ABEJAS            Zum, zumban saeteadoras,

silbando suave en el viento,

abejas recolectoras,

abejas trabajadoras.

JUANITO                          ¿ Qué voz escucho ? ¿ Quién habla

en la vida o en el sueño ?

¿ Es un zumbido de avispa

o es que el bosque entero ensueña ?

LAS ABEJAS                     Zum zumban saeteadoras,

zumban la miel y la cera,

zumba el polen, zumba el néctar,

zumba la reina y la obrera.

 

JUANITO                          Sueño el sol que zumba y zumba,

zumba el sol que suave ensueña.

 

LAS ABEJAS                     Sueña el sol que zumba y zumba,

sueña la abeja dorada,

sueña la luz que es zumbido,

sueña la selva que zumba.

 

JUANITO                          Sueño la selva y el sol.

Sueño saber que yo soy

suave ceniza en el viento.

Sueño encontrar lo que busco.

 

LAS ABEJAS                     Sueña, sueña, zumba, zumba,

zumba, sueña, sueña, zumba.

 

ABEJA JOVEN          ¿ Conocen ese animal ?

 

OTRA ABEJA            ¿ Será un zorro ?

 

OTRA ABEJA            ¿ Un camahueto ?

 

OTRA ABEJA            ¿ Será un puma ?

 

OTRA ABEJA            ¿ Será un cóndor ?

 

OTRA ABEJA            ¿ Quién será ese animal ?

 

TODAS                   Animal que sueña y zumba.

 

VARIAS                  ¿ Quién será ese animal ?

 

OTRA ABEJA            Llamen a una abeja vieja.

 

TODAS                   Llamen una vieja abeja.

 

UNA ABEJA             ¡ Vieja abeja ! ¡ Abeja vieja !

 

OTRA ABEJA            ¿ Quién será ese animal ?

 

LA VIEJA ABEJA       Callen locas zumbadoras.

 

VARIAS ABEJAS       Zum, chit, zum, zum,

chit, zum, chit, chit.

 

LA VIEJA ABEJA       Dos patas tiene y no es pájaro,

porque plumas no se ven.

Pelo tiene y no es un puma,

porque garras no se ven.

 

LAS ABEJAS            ¿ Qué será ese animal ?

 

LA VIEJA ABEJA       Ojos tiene como el zorro,

pero cola no se vé.

Debe ser el zorro, puma,

cóndor, culebra, ciempiés,

sapo, araña, renacuajo,

diuca, zorzal y milpiés.

LAS ABEJAS            Es el raro zorro, puma,

cóndor, culebra, ciempiés,

sapo, araña, renacuajo,

diuca, zorzal y milpiés.

LA VIEJA ABEJA       Por algo tan vieja soy.

Todo conozco muy bien.

LAS ABEJAS            ¿ Es peligroso ?

 

LA VIEJA ABEJA                          ¡ Y mucho !

LAS ABEJAS            ¡ Hay que picarlo !

UNA ABEJA                                          ¿ Por qué ?

LAS ABEJAS            Porque él es un zorro, puma,

cóndor, culebra, ciempiés,

sapo, araña, renacuajo,

diuca, zorzal y milpiés.

LA VIEJA ABEJA       ¡ Hay que picarlo ! ¡ Picarlo !

 

 

Se produce un gran revuelo. Van a picarlo cuando aparece la reina.

 

LAS ABEJAS            Reina que zumba y no pica,

madre dorada y eterna.

LA REINA                         ¿ Qué pasa abejas, qué pasa ?

UNA ABEJA             Es animal peligroso.

LA REINA                         ¿ Peligroso ? ¡ Si es un niño !

LAS ABEJAS            ¿ Niño ? ¿ Qué es ese animal ?

LA REINA                         Es un cachorro de hombre.

LAS ABEJAS            ¡ Hay que picarlo ! ¡ Picarlo !

¿ Un hombre ? ¿ Qué es un hombre ?

LA REINA                         Es una abeja muy grande

con colmenas en desorden.

Cría flores que no come,

vive en el llano y el monte.

Unten con cera su oído

que su mágica virtud

le permita comprender

el habla de las abejas.

Y denle un poco de polen

para avivar sus sentidos.

Quiero con él conversar

para saber más del hombre.

Niño, despierta, despierta.

Abre tus ojos al monte.

 

Las abejas se retiran un tanto.

 

JUANITO       ( Entre sueños )

En las flores del jardín

zumban abejas doradas.

LA REINA                         Sueña con bellos jardines.

Una gotita de miel

colóquenle entre los dientes,

para que suave despierte.

JUANITO                          Sueño abejas y zumbidos…

Despierto en una colmena…

¿ Por qué entiendo lo que hablan ?

¿ Serán los brujos de Ancud

que me embolinan los ojos,

que me nublan los sentidos ?

LA REINA                         No es brujería, ni magia,

sino saberes de abejas.

La cera que te pusimos

te hace entender nuestra lengua.

JUANITO                          Prodigios veo en el monte

que me suspenden el aire.

LA REINA                         ¿ Qué haces en estos bosques ?

JUANITO                          Busco un copihue muy blanco

para salvar a los hombres.

LA REINA                         ¿ Por qué tú ?

JUANITO                          Porque yo quiero

que terminen las disputas

y que los hombres entiendan

que el pan se amasa en la paz.

LA REINA                         Me admiro de tu prudencia,

me gusta tu valentía

y en algo puedo ayudarte.

JUANITO                          ¿ Cómo lo puedo encontrar ?

LA REINA                No conocemos la senda

porque es prohibido allegarse.

JUANITO                 ¿ Por qué no puedo acercarme ?

LA REINA                Porque lo oculto y lo mágico

se develan sólo cuando

el dolor o el amor son

de la vida lo importante.

JUANITO                 No hay cosa más importante

que el buen pan sobre la mesa

y en el corazón la paz.

LA REINA                Quien al copihue se acerque

deberá tener el alma

sin una mancha de odio.

JUANITO                 ¿ Y cómo puedo saberlo ?

LA REINA                Recién lo sabrás cuando

el albo copihue alcances.

Si tu corazón es puro

nadie podrá tocarte.

Pero, si en él vive el odio,

tú morirás al instante.

El copihue es custodiado

por las espantosas Fiuras,

que con cuchillos de piedra

querrán desgarrar tu carne.

JUANITO                 Siento miedo del peligro

que me acecha en este trance,

pero me infunde valor

el recordar que haya hambre

y discordia entre la gente.

Debo ir para ayudarles.

LA REINA                Te ayudaré, pero debes

antes prometerme algo.

JUANITO                 Si yo puedo realizarlo…

LA REINA                Puedes. Irás por el mundo

cuidando los verdes árboles,

manteniendo limpia el agua

y el aire, que crían flores,

y respetando los seres

y las cosas por pequeñas

que de pronto te parezcan.

JUANITO                 Te prometo defender

a las bellas cosas vivas,

amar árboles y aguas,

insectos breves y todas

las criaturas del mundo.

LA REINA                Yo te daré para el hambre

panales de rica miel.

También te daré otra cosa

que será muy importante.

Para que entiendas al que hable

sea hoja, río o ave,

mágica cera, tan suave

que sabe todo lenguaje.

JUANITO                 Gracias te doy, gran abeja.

Que prospere tu colmena.

LA REINA                Para que encuentres la senda

te enseñaré una llamada

“ Ah, choroy,

ah, choroy,

oyoyoy,

oyoyoy.”

LAS ABEJAS             Ah, choroy,

ah, choroy,

oyoyoy,

oyoyoy.

JUANITO                 Ah, choroy,

ah, choroy,

oyoyoy,

oyoyoy.

LA REINA                Grita fuerte y tendrás guía.

Que te acompañe la suerte.

( A las abejas )

A trabajar, que ya es tarde.

 

LAS ABEJAS             Zum, zumban trabajadoras,

zumba la miel y la cera;

zumba el polen, zumba el néctar,

zumba la reina y la obrera.

 

Las abejas se van. Juanito vuelve a quedar solo.

JUANITO                 La jornada se aligera

con el presente real,

tengo la cera que habla

y la dulce miel que calla.

Es la hora de llamar

según me dijo la Reina.

Ah, choroy,

ah, choroy,

oyoyoy,

oyoyoy.

( Pausa. Repite la llamada. )

CHOROY                 Allá voy,

allá voy,

ah choroy,

ah choroy.

JUANITO                 ¿ Choroy ?

CHOROY                 Oyoyoy, oyoyoy,

JUANITO                 ¿ Choroy ?

CHOROY                 Oyoyoy, oy, oy…

JUANITO                 Oy, oy, oy…no entiendo nada.

CHOROY                 ¿ Y qué quieres entender

si sólo he dicho oyoyoy ?

JUANITO                 Me parece que este loro,

me está subiendo al columpio.

CHOROY                 Allá voy,

allá voy,

ah choroy,

ah choroy.

JUANITO                 Choroy de verde plumaje,

viejo sabio de los bosques,

sabrás decirme el camino

a la blanca flor del monte.

CHOROY                 Choroy soy,

sabio soy,

el copihue

quieres tú.

El copihue

encantado.

Oyoyoy,

oyoyoy.

JUANITO                Por favor, señor Choroy.

CHOROY                 Deberás,

adivino,

saber lo que

te pregunto,

si tú quieres

que te indique

el camino

a la flor.

JUANITO                 Trataré señor Choroy.

CHOROY                 “ Una guata

con seis tripas

y una boca.”

Oyoyoy,

oyoyoy,

ah choroy,

ah choroy.

JUANITO                 Es la guitarra sonora.

CHOROY                 ¿ Qué ? Muy bien.

Ah, choroy.

Va la nueva,

la segunda,

muy difícil,

oyoyoy.

“ Lengua mocha

llama Lola.”

JUANITO                 Lengua mocha llama Lola.

CHOROY                 No lo sabe,

oyoyoy.

Que tristeza,

que dolor.

No podrá

caminar

hasta el sitio

de la flor.

Oyoyoy,

oyoyoy,

que tristeza,

que dolor.

JUANITO                 “ Lengua mocha llama Lola…”

Es la ola y sus hermanas,

Las grandes olas del mar.

CHOROY                           Acertado,

achuntado,

apuntado,

¡ Bravo, bravo !

¿ …Y tendrás

el valor ?

 

JUANITO                          Trataré de ser valiente.

 

CHOROY                           Hagamos la prueba.

No abras los ojos

por nada del mundo.

Si tienes valor

y te quedas quieto,

quizás te acompañe.

 

Juanito cierra los ojos y se queda inmóvil. El Choroy imita voces moviéndose incesantemente.

 

CHOROY                           ¡ Arranca, arranca,

arranca, arranca,

que viene el lión bajando

por la barranca !

( Juanito no se mueve, ni abre los ojos ).

¡ Arranca, arranca,

arranca, arranca,

que la culebra verde

saltó la tranca !

 

Juanito continúa inmóvil. El loro continúa su parafernalia de silbidos, gritos y gruñidos.

 

¡ Arranca, arranca,

arranca, arranca,

que viene el cóndor negro

con nieve blanca !

 

Juanito no se mueve.

CHOROY                           Eres un niño valiente

quizás logres lo que quieres.

Yo te acompaño y te dejo

cerca del bello copihue,

custodiado por las fiuras,

guardianas de oscuros montes.

Vamos pronto, que el camino

es largo y muy fatigoso.

 

Se empiezan a escuchar las voces del monte.

 

JUANITO                          Vamos pronto, vamos rápido.

Ahora que escucho voces

que me hablan y me llaman

se han perdido mis temores.

CHOROY                           Allá voy,

allá voy,

ah choroy,

ah choroy,

hoy, hoy, hoy,

oyoyoy…

 

Mientras salen se escuchan las voces del bosque.

 

LA VERTIENTE         El agua que canta soñando,

corriendo entre flores silvestres,

dan ánimo al niño valiente.

 

LAS HOJAS              Las hojas, el manto del monte,

que bailan al viento y al sol,

dan ánimo al niño valiente.

 

EL MUSGO                        Alfombra tejida en secreto,

el musgo sombrío y blando,

dan ánimo al niño valiente.

 

LAS QUILAS            Las lanzas doradas y rectas,

las quilas, refugio del puma,

dan ánimo al niño valiente.

 

 

IV PARTE

 

El corazón del bosque.

 

Rodeado por una especie de capilla natural se destaca el maravilloso copihue blanco. Es una larga campana transparente, como la neblina de una mañana blanca junto a los ríos del sur. La luna que sube en el cielo va prestando su luz verdosa al santuario de las leyendas. De a poco, se distinguen las Fiuras, feísimas mujeres, horrendas guardianas del mágico copihue. Por intervalos se escuchan cuatro notas como de cajita de música. Es el copihue que se mece con la brisa nocturna. Las Fiuras se desperezan estirando sus membrudos brazos a la luz de la luna.

 

LAS FIURAS            Dicen que el trauco viene

quebrada abajo,

quebrada abajo.

Y que el imbunche viene

por el atajo,

por el atajo.

Somos las feas Fiuras,

las desgreñadas,

las despeinadas,

las que cuidan con celo

a la encantada,

la flor sagrada.

Bailen con luz de luna

rondas de viejas,

rondas de viejas,

que las fiuras tenemos

cara de almeja,

cara de almeja.

Mágico es el lugar

que custodiamos

con gran cuidado.

No tiene que acercarse

ningún malvado,

por estos lados.

Si alguien roba el copihue

con fines malos

puede hacer daño,

con el poder que tiene

entre sus manos,

entre sus manos.

 

FIURA UNO             Cuiden bien al copihue.

 

LAS OTRAS             Está cuidado

y bien cuidado.

 

FIURA UNO             No tienen que olvidarse

 

LAS OTRAS             De los peinados,

de los tocados.

 

Comienzan a peinarse. Juanito y el Choroy aparecen sigilosamente.

 

EL CHOROY             Ha llegado la ocasión,

acércate con cuidado.

JUANITO                          Escondiéndome en los árboles

me llegaré hasta su tallo.

EL CHOROY             Todo el bosque ha prometido

ayudarte en este paso.

JUANITO                          En el bosque yo confío

y en tu apoyo en este caso.

EL CHOROY             Ya me voy, ya me voy yendo.

JUANITO                          ¿ No querrás dejarme solo ?

EL CHOROY             Es que me acordé de algo…

 

Juanito sigue avanzando.

 

FIURA TRES            ¿ Qué son esos rumores

de quila seca,

de quila seca ?

¿ Quién es ese que quiere

hacernos lesas,

hacernos lesas ?

 

EL VIENTO                        Soy el viento doña Fiura

que al cielo tibio me elevo,

acariciando las hojas

como telas de velero.

LAS FIURAS            Sigámonos peinando,

que nada pasa,

que nada pasa.

El gran copihue blanco

está en su casa,

está en su casa.

EL CHOROY             Tengo que hacer un negocio.

JUANITO                          A los loros mentirosos

les crece al revés el pico.

EL CHOROY             ¿ Verdad ?

JUANITO                          Y además las plumas

se les caen una a una.

EL CHOROY             ¿ Cierto ?

JUANITO                          Sí, quedan piluchos

y se los comen los tiuques.

EL CHOROY             Ayayay,

oyoyoy,

pobre Choroy,

pobre Choroy.

Pilucho entero,

comí’o ‘e tiuques.

Yo voy, yo voy . . .

 

Juanito comienza a deslizarse tras los árboles, seguido por el Choroy.

 

FIURA DOS                       ¿ Qué son esos crujidos

de hojas secas,

de ramas secas ?

LAS FIURAS            ¿ Quién está haciendo ruidos ?

Parecen pasos,

parecen pasos.

EL MUSGO              Soy el musgo, doña Fiura,

que a la luna desperezo

mi alfombra suave y pequeña

que cubre todo este suelo.

LAS FIURAS            Sigámonos peinando

que nada pasa,

que nada pasa.

El gran copihue blanco

está en su casa,

está en su casa.

JUANITO                          ¿ Tienes miedo ?

EL CHOROY                                                   ¿ Miedo yo ?

Has de saber que no hay

otro loro tan sin miedo

entre los loros del mundo.

JUANITO                          Bien entonces, acompáñame.

 

Juanito se acerca al copihue.

 

FIURA UNO             ¿ De quién es esa sombra

que culebrea,

que culebrea ?

LAS FIURAS            Sale ya de ese sitio

pa? que te vea,

pa? que te vea.

LA VERTIENTE                   Soy la vertiente del monte,

de agua pura y cristalina.

Tengo frescura de tierra

y rumor de piedra lisa.

LAS FIURAS            Sigámonos peinando

que nada pasa,

que nada pasa.

El gran copihue blanco

está en su casa,

está en su casa.

 

Juanito, al avanzar, hace crujir las hojas.

 

FIURA UNO             Siento ruidos cercanos.

Más de algo pasa.

FIURA DOS                       Más de algo pasa.

FIURA TRES            Alguien aquí ha llegado,

para robarnos.

 

 

 

FIURA DOS                       Para robarnos.

LAS FIURAS            Si alguien anda cerca

hay que buscarlo,

hay que encontrarlo.

 

Juanito aparece junto al copihue.

 

FIURA UNO             Miren el sacrilegio

de ese malvado.

LAS FIURAS            ¡ Nos ha engañado !

FIURA UNO                       ¡ Con filos de piedra dura

FIURA DOS                       destrozaremos

FIURA TRES            su corazón !

 

El Choroy huye.

 

JUANITO                          Necesito la flor mágica

para salvar a mi gente.

FIURA UNO             Querer es una cosa.

FIURA DOS                       Y otra lograrlo.

FIURA TRES            Otra llevarlo.

JUANITO                          Haré lo que ustedes pidan.

LAS FIURAS            ( Riendo )

Hará lo que pidamos,

lo que pidamos,

lo que pidamos.

JUANITO                          Sí, lo haré. Díganme sólo

ahora qué debo hacer.

FIURA UNO             Dejar tu corazón

en el lugar.

FIURA DOS                       Para sacar.

FIURA UNO                       El copihue que tú.

FIURA DOS                       Quieres llevar.

FIURA TRES                      Para tu hogar.

JUANITO                          Si es necesario lo haré.

FIURA UNO             El que copihue quiere…

FIURA DOS                       Debe pagarlo.

FIURA TRES            Y sin pensarlo.

LAS FIURAS            Saca filo al cuchillo

de piedra dura,

de piedra dura.

Su corazón espera

la herida oscura

la herida oscura.

 

Siguen cantando mientras Juanito resignado va a entregar su corazón.

 

JUANITO                          Cuando es grande la aflicción,

grande lo sacrificado.

Si el silencio se hace noche

hay que, leve, despertarlo.

No es mucho lo que me piden,

es sólo un tictac sonámbulo,

un saber que no se duerme,

un pasajero nostálgico.

Tómenlo, que es más valioso

haciendo nacer los barcos,

que hacen cosechas de plata

y son del mar los arados.

Las Fiuras rodean a Juanito y levantan sus puñales de piedra, subiendo su canto ritual.

 

JUANITO                          La flor es lo bello,

lo bello es lo bueno,

lo bueno es verdad.

 

Las Fiuras se paralizan con los cuchillos alzados dispuestos al golpe.

 

LAS FIURAS            Oigan lo que él ha dicho,

que lo repita,

que lo repita.

JUANITO                          La flor es lo bello,

lo bello es lo bueno,

lo bueno es verdad.

LAS FIURAS            El conoce el secreto

de lo sagrado,

de lo sagrado.

Su corazón es puro

lo ha demostrado,

lo ha demostrado.

Juanito, el valeroso,

se ha salvado,

se ha salvado.

Su corazón al odio

ha encadenado

y desterrado.

Llévate ya el copihue

niño valiente,

niño valiente.

Llévate ya el copihue.

Salva a tu gente,

salva a tu gente.

 

Feliz, Juanito saca el copihue y se lo lleva con sumo cuidado. Las Fiuras salen cantando y bailando. Entra el Choroy llorando, sin ver a Juanito.

 

EL CHOROY             Ayayay,

ayayay.

Lo mataron

las malditas.

Tan buen niño,

tan valiente.

Lo comieron

enterito.

No dejaron

ni una miga

de mi amigo

el Juanito.

 

Juanito oculto, deja oír las notas de cajita de música del copihue.

 

EL CHOROY             El copihue

suena leve

de la pena

que le dio.

Ayayay,

oyoyoy.

JUANITO                 ( A sus espaldas )

Ayayay,

oyoyoy.

EL CHOROY             ¿ Es el eco ?

¿ Son los brujos ?

JUANITO                 ( Con voz cavernosa )

Abandonaste a tu amigo

y debes ser castigado.

 

EL CHOROY             ( Temblando )

La verdad

tenía susto.

JUANITO                 Te desplumaré cobarde.

EL CHOROY             ( Aterrado )

Me desplumo

yo solito,

señor brujo…

 

Empieza a desplumarse cuando ve a Juanito.

 

EL CHOROY             ¡ Un milagro,

un milagro !

JUANITO                          Que milagro ni ocho cuartos,

vámonos con mucha prisa,

que debemos llegar antes

que la luna se haga llena.

EL CHOROY             ( Lo abraza feliz )

Soy feliz,

soy feliz.

Vamos ya,

oyoyoy.

V PARTE

 

 

El mismo lugar de las partes I y II. Va a salir la luna.

 

PESCADOR              He perdido la esperanza,

como ayer, hoy sin pescar.

Mar, ya no eres el gran padre,

ya tus frutos no nos das.

 

CAMPESINO            He perdido la esperanza,

no hay nada que cosechar.

Tierra, no eres la gran madre,

tu cosecha no nos das.

 

Juanito y el Choroy llegan del monte. El copihue brilla en la penumbra como una mágica linterna. Se acercan las gentes.

 

JUANITO                          El hambre es hijo del odio

y hermanastro de la muerte.

Sólo cambiará esta suerte

si hacia el amor corren todos.

Si despiertan los abrazos,

si se comparten manzanas,

si las gentes son ventanas

y si van juntos los pasos.

Abracémonos ahora,

que la amistad elabora

un futuro para todos.

A trabajar codo a codo

en la tierra, el mar y el valle,

hasta hacer que el odio calle.

 

Las gentes comienzan a tocarse y abrazarse. Juanito con el copihue levantado se dirige al mar. Todos se unen en torno al copihue.

 

CORO DE LA GENTE  Gran diosa del mar, Pincoya

que das luz y oscuridad,

que das hambre o das cosecha,

sale del fondo del mar.

Pincoya, diosa de espuma,

fuego frío de la sal,

tenemos luz en las manos,

que te queremos mostrar.

 

La Pincoya aparece, como en la primera parte. Juanito la acompaña con el copihue mágico y luego lo lanza a las olas.  La Pincoya lo contempla, maravillada e inmóvil.

 

JUANITO                          Has terminado tu baile

dando la cara a la mar,

florecerá nuestra tierra,

vuelve la vida a brotar.

¡ Sigue la flor a las olas

que todo renacerá !

 

La Pincoya se hunde en las olas, mientras cantan las voces jubilosas de la gente.

 

CORO DE LA GENTE  Vean las flores nocturnas,

oigan al sapo croar,

sientan la tierra fecunda,

huelan el viento y la sal.

Vean la luna en el cielo,

oigan al grillo cantar,

sientan las redes alegres,

como ríen al pescar.

Huelan aromas del bosque,

vean la playa brillar,

con tanto y tanto marisco

y el cochayuyo del mar.

Oigan cantar la guitarra

y al corazón zapatear.

Y a nuestros pies que impacientes

quieren salir a bailar.

Sientan los ojos brillantes

que al cielo quieren mirar,

con lágrimas de alegría

de pura felicidad.

MARIA                             ¡ Todo renace, Juanito,

todo crece !

JUANITO                          Tengo una historia muy bella

que contarte.

MARIA                             ¿ Es tu historia entre los árboles

de los montes ?

JUANITO                          Es una historia de bosque,

de viejas sabias y abejas

zumbadoras. De un choroy

compañero y de la magia

de un copihue.

CHOROY                           Adiós, amigo Juanito,

ya terminó la jornada.

JUANITO                          Quédate con nosotros.

Tendrás frutas y una casa

amiga con alegría

de flores en las ventanas.

CHOROY                           Mi casa es el bosque fresco

y mi cena, libertad.

Te quiero igual que un hermano,

pero deseo volar.

Adiós, Juanito, mi amigo.

JUANITO                          Adiós, compañero leal.

CHOROY                           Ah choroy,

ah choroy,

allá voy,

allá voy,

oyoyoy,

oyoyoy,

oyoyoy,

oyoyoy.

JUANITO                          Penosa es la despedida

¿ Algún día volverá ?

 

CORO DE LA GENTE

Que cante el día sin pausa su luz;

leve despliegue sus velas la aurora

y, en los afanes, tatuadas, las horas

lleven señales de rosa y de cruz.

Días habrá de nombradas querellas,

cuando las duras palabras retumben

en los oídos y negras alumbren,

del ciego cielo, las altas estrellas.

Prisa es la vida, relojes austeros,

hojas huyendo de los minuteros.

Sueña el momento del soplo veloz,

que en un relámpago, pasa el lucero,

que era del alba, a estrella precoz

de los abismos, que guían a Dios.

 

 

 

 

 

 

FIN DE JUANITO MADERA

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